La pregunta del título de esta nota es un tanto metafórica. La gran mayoría, seguramente, dirían que definitivamente no, por simple sentido común. Lo cierto es que si los aviones fuesen tan fáciles de conseguir, como lo es instalar un sistema operativo, el mundo sería un lugar poco seguro. ¿Por qué? Analicemos un poco mi metáfora de los aviones y transportemos ésta hacia la informática y los sistemas operativos.

Lo cierto es que la gran mayoría de los usuarios con los que cuenta actualmente Linux, sobre todos los que migran desde Windows o están muy habituados a Windows, tiene la costumbre de instalar cosas sin saber como funcionan y sin leer siquiera un solo documento acerca de lo que se va a utilizar. Es curioso ver como una persona es capaz de meter a producción un servidor de correo, servidor HTTP, servidor de base de datos, etc., sin aplicar un solo parche de seguridad o siquiera considerar si el sistema necesita parches de seguridad. Es increíble aún el que muchas personas instalen y operen servidores, utilizando diversos sistemas operativos, sin saber como configurar siquiera lo más mínimo en cuanto a seguridad. Es increíble que haya gente que aún bajo estas circunstancias decida implementar operaciones críticas bajo estas condiciones.

Ahora vuelvo a mi metáfora de los aviones... si estos fuesen tan fáciles de conseguir como lo es instalar un sistema operativo ¿Veríamos personas que se atreverían a intentar pilotear las aeronaves sin saber pilotear ni leer el manual de operaciones? ¿Se atrevería alguien a dar servicio de transporte de pasajeros sin contar con pilotos que sepan operar los aviones de la flota? Si los aviones fuesen tan fáciles de conseguir como lo es instalar cualquier sistema operativo, la respuesta francamente sería aterradora.

La participación en el mercado de sistemas operativos como Linux está creciendo considerablemente. Y ciertamente también están creciendo las estadísticas de incidentes de seguridad relacionados con estos sistemas. No es porque Linux y el resto de los sistemas operativos alternativos se estén volviendo muy inseguros, sino porque lamentablemente están siendo adoptado cada vez más por usuarios que por alguna razón no tienen los conocimientos básicos necesarios acerca de los protocolos de red y/o conciencia alguna acerca de la seguridad. Me refiero a usuarios con una incómodamente extraña tendencia a no leer y que ni siquiera se detienen un momento a pensar si lo que están instalando en el servidor de la empresa necesitará algo parecido a los «Service Packs» de Windows. Me refiero a usuarios que instalan, por citar un ejemplo, algún clon de Red Hat Enterprise Linux. Al entrar al escritorio, donde se aprecia un icono PARPADEANDO, GRANDE, ROJO y con un símbolo de exclamación a manera de alerta, la mayoría pasa por alto que se trata de el propio sistema indeicando que se necesita aplicar parches de seguridad, e ignoran como éste si se tratará de algo sin la más mínima importancia.

Por supuesto que esto no es algo que ocurra a todos aquellos quienes utilizan sistema soperativos alternativos. Nos estamos refiriendo a usuarios que anteriormente tenían servidores funcionando con Windows y que podrían migrar o adoptar cualquier sistema operativo de libre distribución. Por diversas razones sociales los usuarios Windows, aún quienes son administradores de servidores, tienen algunos vicios, tendencias y otras malas costumbres. Desde hace años se ha debatido por todos lados las razones por las cuales los sistemas operativos que dominan el mercado se considera inseguros y en la mayoría de los casos pudo concluirse que, en su gran mayoría, los incidentes de seguridad en todos los sistema operativos pudieron evitarse con buenas practicas de administración y algo de sentido común.

Como médico veterinario, mi profesión original, se nos adiestraba para tomar en cuenta que si nos equivocamos alguien puede morir (Fido, Firulaís, Misifús, Garfield, Snoopy, etc). Por tanto, si teníamos que realizar una cirugía, antes de siquiera entrar al quirófano tenemos que examinar a Fido y verificar que esté sano, debíamos saber cuanto tranquilizante, anestesia y suero debíamos administrar al paciente; debíamos conocer la anatomía de la zona involucrada y estudiar los procedimientos a fin de no cortar con el bisturí en donde no se debía. En el caso de los seres vivos, si se corta donde no se debe, las cosas no se remedian reinstalando ni formateando. Opino que lo mismo puede aplicarse cuando recetamos medicamentos o aplicamos una vacuna. Yo no he sabido de un solo veterinario que haya realizado una ovarihisterectomía u OVH (lo que se conoce como esterilización de una hembra en lenguaje de mortales) sin antes haber estudiado perfectamente como se realizaba dicha cirugía.

Igualmente, un piloto aviador está consciente de que si se equivoca al pilotear un avión va a perder mucho más que el tiempo requerido por un administrador de sistemas para restaurar un respaldo. por fortuna, para poder pilotear un avión se requiere licencia de piloto y, afortunadamente, para otorgar una licencia de piloto aviador se requiere comprobar que realmente se sabe pilotear perfectamente una aeronave. Por fortuna y para bien de la humanidad, mi utópica metáfora de los aviones nunca será realidad. También agradezco que cierto tipo de usuarios no decidan de la noche a la mañana convertirse en médicos veterinarios o médicos para humanos.