Un 22 de abril de 1992, en el  barrio de Analco, en la ciudad de Guadalajara, en opinión de muchos, gracias a los descuidos de PEMEX,  hubo una serie de explosiones de gasolina en el sistema de alcantarillado, las cuales ocurrieron poco después de las 10 AM, destruyendo 8 kilómetros de calles, siendo la calle de Gante la más afectada.

Según cifras oficiales, las explosiones mataron a 209 de personas, dejaron casi 500 heridos y 15 mil personas quedaron sin hogar. El daño económico estimado fues de entre los 700 y los mil millones de dólares. Funcionarios del Gobierno del Estado de Jalisco y funcionarios de Pemex se culparon unos a otros. Se intentó de fabricar culpables, sin mucho éxito. Al final toda la gente involucrada fue exonerada y en a la fecha a nadie se le ha castigado por causa de estos hechos.

Éste hecho, fue el detonante para que el entonces Gobernador del Estado, Guillermo Cosío Vidaurri dimitiera de su cargo y fuera reemplazado por Carlos Rivera Aceves.

Como dato curioso, Francisco Rojas Gutiérrez, quien fuera el director de PEMEX cuando ocurrieron las explosiones, es hoy en día el líder de la bancada priísta en la cámara de diputados. ¡Cuán mala memoria tenemos los mexicanos!

Fuente: Wikipedia.