Como todos sabemos, ayer fue publicado Fedora 13 con muchas nuevas funciones dirigidas a satisfacer las necesidades de los usuarios empresariales. Una de las mejoras más destacadas en Fedora 13 es la virtualización, lo cual significa KVM y solo KVM, relegando el único soporte para Xen como cliente, pues el soporte como anfitrión fue descartado hace tiempo.

Tanto Red Hat como Xen.org han prometido, de una u otra forma, que habría algún tipo de soporte para el hipervisor Xen en futuras versiones de Fedora. Ian Pratt, de Xen.org, dice que están trabajando para añadir soporte de plataforma para Fedora 13 como una mejora posterior al lanzamiento de éste.

La rivalidad entre KVM y Xen, es en realidad una lucha entre Red Hat y Citrix, donde la desventaja la tiene Xen por estar ausente en la rama oficial del núcleo de Linux, pero tiene como ventaja que es un proyecto más maduro que KVM. Simon Crosby, director técnico de Citrix, dice que «KVM es solo una capacidad para virtualizar el CPU y memoria, carece de capacidades de red o almacenamiento. Es el resto de la infraestructura que se crea alrededor de éste lo que lo convierte en algo más útil.»

Red Hat derrumbó el argumento de Crosby, pues Fedora 13 ahora incluye soporte para direcciones PCI, una nueva tecnología para interfaz compartida que permite utilizar la misma interfaz física que el sistema operativo anfitrión y otras mejoras importantes más que probablemente serán incluidas en Red Hat Enterprise Linux 6.

KVM es defintivamente una muy buena tecnología, pero es completamente dependiente de que el CPU tenga soporte para virtualización. Xen, por su parte, puede operar en una gran variedad de arquitecturas y microprocesadores antiguos, con o sin soporte para virtualización en los microprocesadores.

Fuente: Network World.