Según Steven Metalitz, abogado de la MPAA (Motion Picture ASSociation of America) y RIAA (Record Industry ASSociation of America), comprar música con el sistema de protección DRM y que luego ésta deje de funcionar después de un tiempo es justo. Una de las más ridículas posturas de la industria del entretenimiento. «Rechazamos perspectiva de que los poseedores de derechos de autor y sus concesionarios estén obligados a proveer a los consumidores con acceso perpetuo a sus trabajos creativos.» En otras palabras, si deja de funcionar, muy malo. Para poca sorpresa de muchos, Metalitz también se opone firmemente a cualquier excepción que pudiera permitir a los usuarios para legalmente eliminar el DRM del contenido si una tienda cierra sus puertas y apaga sus servidores de autenticación. Fuente: Slashdot.