Actualizar todos esos incontables dispositivos móviles con Android hacia la versión 2.2 (Froyo) de éste, ha sido muy complicado para los fabricantes y proveedores de servicio. Llama la atención la forma en que Motorola ha hecho frente a sus problemas e incompetencia, pues han comenzado a amenazar legalmente a sus fieles clientes con acciones legales quienes hayan tenido la osadía de tener iniciativa y hayan actualizado o vayan a actualizar ellos mismos el sistema operativo de sus móviles.

El Droid X de Motorola se vende con Android 2.1 y Motorola hizo la promesa de actualizar a Android 2.2 (Froyo) en septiembre. Muchos fanáticos de la tecnología quisieron hacerlo ellos mismos sin tener que esperar a Motorola y algunos crearon ROMs de Froyo que luego publicaron en Internet, otorgando la oportunidad de actualizar sus móviles a cualquier usuario de Android con iniciativa.

Este tipo de práctica ya se ha utilizado en el pasado, particularmente en los días felices de Windows Mobile, donde, contrario a lo que muchos esperarían y contrario a lo que muchas otras compañías harían, Microsoft fue sorprendentemente tolerante con la comunidad de ROMS personalizados de Windows Mobile.

Motorola en contraste, ve con desagrado a la comunidad de ROMs y ha enviado cartas de advertencia hacia los sitios que hospedan el ROM Froyo Droid X. Sin duda Motorola se está convirtiendo en el Apple del mundo de Android. Quienes quieran manifestar su descontento, sugerimos adquirir un teléfono de HTC u otras compañías que distribuyen teléfonos con Android. Hasta donde se sabe, cuando menos HTC tiene una política más relajada al repsecto del tema.

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