Me sorprendió mucho encontrar en un reciente número de National Geographic en español, que la malaria está aún extendida en grandes áreas del planeta. Yo imaginaba que para estas fechas ya estaría erradicada esta enfermedad y que realmente nuestra atención estaría ahora puesta en otros males más modernos, pero no. Resulta que en toda la zona centro y sur de África, exceptuando Sudáfrica, el 50% de los niños la padecen. Así es, la *mitad* de los niños. Estadísticas similares se observan en casi todo Madagascar y amplias zonas de Nueva Guinea.

Parece ser que, después de la invención del DDT, la malaria sufrió un golpe importante, pues el insecticida acabó con los mosquitos de muchas zonas de países desarrollados, erradicando finalmente la enfermedad, pero después se olvidó al tercer mundo, con otras enfermedades más modernas y "taquilleras" para los medios. En los últimos años, ha habido de hecho un repunte de la malaria en zonas en las que ya no se registraban casos, principalmente por intervención humana. Por ejemplo, en algunas áreas del Amazonas, la colonización ha producido deforestación y así un aumento de insolación en charcos y pantanos, con el consecuente aumento de la población de mosquitos, transmisores de la enfermedad.

Actualmente, no existe una vacuna todavía y la única prevención es el uso de mosquiteros, una protección que se antoja primitiva. Los  medicamentos contra la malaria ya existen desde hace años, pero el agente productor, -varias cepas de Plasmodium-, desarrolla resistencia con gran rapidez.

En un esfuerzo muy reciente, organismos internacionales han dado la alarma sobre esa situación y apenas se ha comenzado a dar los primeros pasos para reanudar el combate a este mal.

Mas información: National Geographic.