Julian Assange, fundador de Wikileaks, ha sido detenido por la policía de Londres a petición de las autoridades de Suecia, quienes lo acusan de asalto sexual. Assange ha dicho que está agotado por su batalla en contra de las autoridades.

A la tragedia para la libertad de expresión se suma que ayer el gobierno de Suiza confiscó 37 mil dólares de su cuenta en el Swiss Bank y que hace unos días PayPal y Mastercard congelaron los fondos de las cuentas de Wikileaks, impidiendo a éste conseguir más fondos para continuar sus operaciones.

Afortunadamente para la libertad de expresión, han surgido centenares de espejos de Wikileaks y la información de éste está disponible a través de BitTorrent, con lo cual pierde sentido la detención de Assange y ninguna medida del gobierno de EE.UU. podrá impedir que la información continúe difundiéndose.

La lección que nos queda a todos clara es que a EE.UU. le importa poco la libertad de expresión cuando se trata de información que pone en evidencia cómo funciona realmente la política de este país hacia el resto del mundo, a través de presiones políticas y otras artimañas y que definitivamente tiene mucha cola de donde pisar.

Fuente de información: Slashdot.