Las audiencias están respondiendo más rápido a las opiniones sobre películas gracias a Twitter y la habilidad de esta red social para crear un éxito o fracaso de taquilla obliga a los grandes estudios a renovar sus campañas de publicidad. Los observadores de venta de boletos sostienen que Twitter es la última arma en el arsenal de teléfonos móviles y computadores que el público usa para criticar rápidamente a las películas y suele ocurrir que las publicaciones son hechas cuando la gente todavía está sentada en el cine. La publicidad de boca a boca, de espectador a espectador, puede impulsar o enviar en picada las ventas de boletos.

Gracias a lo malas que han sido las películas producidas en Hollywood en recientes años, es que se ha incrementado el número de fracasos de taquilla, todo gracias a las redes sociales, que le están haciendo un favor a todos los amantes del cine al indicarles que películas valen la pena y cuales merecen el desprecio del público. «Si a la gente le desagrado la película este viernes, ésta puede estar muerta para el sábado».

Un claro ejemplo fue el más reciente churro palomero de Sacha Baron Cohen, que tuvo un impresionante debut con vetas de boletos por más de 14 millones de dólares, pero al día siguiente nadie más quería ver dicha película y las ventas de boletos cayeron casi 40%.

De cierta manera, Twitter va ayudar al mundo a que las porquerías de películas, como las protagonizadas por Sacha Baron Cohen, sean fracasos suficientes para que los productores lo piensen dos veces antes de volver a torturar a la audiencias con hora y media de idioteces, pésimos actores y horribles producciones. Twitter podría ayudar a mejorar la calidad de las películas producidas en Hollywood.

Fuente: Reuters, vía Menéame.