En recientes fechas se ha discutido ampliamente las repercusiones de lo que ocurrirá con los derechos de autor de mucha música producida antes de 1978, la cual pasará de las manos de las firmas discográficas, hacia las manos de sus autores legítimos o herederos de los autores legítimos. La industria de la música atraviesa por unos de sus peores momentos gracias a su ineficacia y pésimas decisiones respecto a la evolución de la industria respecto Internet. Muchas legendaria bandas están por recuperar los derechos de autor de sus propios catálogos, los cuales aún son explotados por las firmas discográficas.

Justo cuando la industria de la música atraviesa por una contracción en su economía, lo que menos necesitan las firmas discográficas es perder los derechos de autor de catálogos de música de los 50, 60, 70 y 80 que en ocasiones venden mejor que los artistas de hoy en día. La música del legendario grupo Eagles es un caso muy peculiar. A fines de año, los miembros de la agrupación planean tramitar notificaciones de terminación de derechos de autor, los cuales actualmente están en poder de la firma discográfica.

«Va a ocurrir,» dijo un abogado de la industria «Solo piensen en lo que harán los Eagles cuando recuperen de vuelta su catálogo. Hoy en día no necesitan de una compañía discográfica... podrán visitar Eagles.com (actualmente en construcción) y conseguir todas sus canciones. Lo harán; es inevitable.»

Los Eagles con un ejemplo de lo que muy seguramente ocurrirá con la legendaria y aún atractiva música del pasado. Solo es cuestión de tiempo para que otras agrupaciones o los herederos de los miembros de la agrupaciones, recuperen sus lucrativos catálogos, que en muchos casos y debido a ventajosos contratos, representan solamente ganancias para las discográficas y en muchos casos solo unos cuantos centavos de dólar por álbum vendido para los músicos.

Si la mejor estrategia de las firmas discográficas para evitar perder los derechos otorgados es re-negociar con los autores, bajo extremas desventajas para éstos últimos o demandar a otras compañías por el uso de música proveniente de los catálogos, realmente la industria pasará una de sus peores crisis.

Fuente: Slashdot.