Un ciudadano de Suecia, identificado solo como Ryan, escucho que un estudio de cine de EE.UU. conocido como Liberty Media, planeaba conseguir que los infractores de presuntas violaciones de derechos de autor confesaran y voluntariamente pagaran.

Debido a lo ridículo y absurdo del plan, a Ryan le fue difícil resistirse a enviarles satírico un mensaje de correo electrónico prometiéndoles que pagaría «con la olla de oro que tenía y del duende que estaba al final del arco iris,» independientemente de la crítica mordaz hacia el estudio por parte de su unicornio.

Sin embargo, pese a la evidente sátira de el mensaje de correo electrónico y a la localización geográfica de Ryan y su insistencia en que jamás ha descargado contenido alguno propiedad del estudio de cine en cuestión, los abogados de Liberty Media ha tomado la «confesion» muy en serio y han solicitado una orden judicial para que Google entregue toda la información personal relacionada con la cuenta en GMail de Ryan. En una llamada telefónica, el quipo legal de este estudio de cine manifestó su determinación para «cazarlo, llegando a Suecia de ser necesario.»

Las lecciones por aprender de todo esto son que:

• Los abogados de EE.UU. o son muy estúpidos o carecen de sentido del humor, son ambas cosas.
• Utilizar servicios de la nube informática, como GMail, tiene altos riesgos cuando los proveedores, como Google, residen en EE.UU., pues se carece de garantía alguna de privacidad y derechos civiles. Es preferible utilizar un servicio de la nube, cuyos servidores estén localizados en tu propio país.

Fuente de información: Slashdot.