Las filtraciones van en sentido contrario y grupos como LulzSec son expuestos en su estructura y liderazgo. Bueno, eso dicen.

En un artículo poco común, por lo menos para el periódico británico The Guardian, se afirma que bitácoras de conversaciones entre miembros del grupo de "hackers" LulzSec fueron filtradas y éstas muestran a un grupo "desorganizado y obsesionado con la atención que logren de los medios, además de desconfiados de otros 'hackers'"

El resto de la -larguísima- nota relata, anecdóticamente, distintas conversaciones entre miembros de LulzSec, haciendo interpretaciones sobre la marcha, deduciendo sus personalidades y el inevitable fin que tendrán ante los siempre bien coordinados esfuerzos de policías internacionales.

Si bien es cierto que un tema a debate es la validez de atacar una institución que se afirma es corrupta o es un accesorio de control del sistema establecido, también es cierto que el sistema resulta extremadamente comedido en estos casos, acudiendo todos sus actores a cerrar el hoyo que han abierto estos infractores de la ley, mientras que otros -también infractores- transitan con gran suavidad. Los ejemplos sobran.

Si el color de la nota estuviera todavía en duda, porque después de todo se trata de The Guardian, no The Times, el que leen los viejitos en los clubes, su efecto en el público lo confirma: "En resumen son un grupo de escuincles mal educados con demasiado tiempo libre", dice uno de los comentarios. Otro declara pontificante "Son un grupo de idiotas que se toman muy en serio. Qué triste!"

Un par de comentarios más, sin embargo, destacan. El primero, es más bien una advertencia: "Ellos son parte del futuro. No necesariamente una mala parte."

El segundo es un juicio: "Me encanta como los medios tratan de cubrir noticias sobre subculturas que no comprenden en absoluto. Los tabloides de derecha son indignantes, pero un medio como The Guardian informando sobre esta historia es como ver a tu papá moviendo la cabeza mientras escucha a Fleet Foxes".