El camino al Santo Grial del Software Libre es llegar al público, transformarse en la aplicación más usada (en los términos optimistas y sin fines de lucro) lograr que tu "distro" sea la preferida por todos, la más estable y de mayor popularidad, al menos en tu círculo de amigos y en algunos casos dentro de comunidades Linux, hasta aquí todos seguimos el mismo patrón y es recurrente, lograr que mi expresión de "aquello que el público necesita" se vea reflejada en un software tan simple y a la vez complejo que satisface una necesidad y en tiempos actuales, luzca bien. Dejemos a un lado la frialdad del pixel y enfocados más al gusto del público perdemos a veces de vista lo primordial en este "arte gráfico funcional" (he optado por nombrar así al Software Libre)... crear una expresión, gustarle al público, ser empático con sus necesidades, una pequeña encuesta no mataría a nadie y más en estos momentos donde llevar una a cabo (realmente a cabo) no cuesta nada.

Las contribuciones técnicas y de detalle solucionan problemas de perspectiva, como una línea a un cuadro, una octava a una canción, pero lo que crea una obra de arte es el color exacto que matiza, el conjunto de notas, en este caso, lo funcional vistoso y simple que un "arte gráfico funcional" debería de ser.

Si el fin de hacer libre el Software se pierde, si lo hacemos distante e imposible al público, si se sigue creando esa bruma a su alrededor, el compartir este arte maravilloso será una tarea titánica.

No perder de vista las necesidades, la simplicidad, la efectividad, el público, los conceptos a los que está sujeto la comunidad "libre", eso hará fuerte al ARTE GRÁFICO FUNCIONAL.